Dejar encendida una luz tenue, evitar cosas que aumenten el miedo, realizar juegos... son posibles estrategias que pueden ponerse en marcha con los más pequeños para ayudarles a superar el miedo a la oscuridad o la noche. Una situación habitual por la que muchos atraviesan y que si no se trata debidamente y se alarga en el tiempo puede llegar a convertirse en una fobia.
Se proponen a continuación varias estrategias para desarrollar con ellos con el propósito de que vayan aprendido a afrontar sus propios problemas y les ayuden a superarse a sí mismos
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